14.07.2022 - Para los aficionados

Piedra, papel o tijera, y el maillot verde ya está aquí

El Tour de Eslovenia, uno de mis tours favoritos, ha quedado atrás. Volvimos a luchar por el maillot verde y al final lo ganamos junto con el equipo. El segundo consecutivo. Las cinco etapas han sido maravillosas, y ha sido difícil decidir cuál era la elegida, porque cada una de ellas tenía algo especialmente bello.

La primera etapa de Nova Gorica a Postojna ya ofrecía un verdadero espectáculo en la colina Zadlog de Tratnik a la salida de Idrija. Después de que Sjuk (Jan Tratnik) dictara el ritmo, junto con Majka y Novak, del equipo Bahrain Victorius, conseguimos separarnos del grupo y, justo antes de la meta, estábamos compitiendo para ganar la etapa. Rafal lo estaba celebrando, y yo estaba celebrando con él como un niño pequeño. Tanto Rafal como yo coincidimos en que la forma era buena y que habíamos hecho un buen entrenamiento de altitud en Livigno. La etapa de Ptuj a Rogaška Slatina estaba reservada a los sprinters. Dylan Groenewegen, del Bike Exchange, ganó la etapa, y nuestro Aki (Pascal Ackerman) fue un gran tercero en el sprint.

Antes de comenzar la tercera etapa, nuestro equipo se encontró con la desagradable y desafortunada noticia de que nuestro compañero de equipo, el danés Mikkel Bjerg, dio positivo por covid. No tuvo más remedio que aislarse y volver a casa lo antes posible, y para evitar que se contagiara a los demás ciclistas del equipo, el compañero de Bjerg, el noruego Laengen, se vio obligado a volver a casa también. Y eso nos dejó con sólo cinco ciclistas. Esperábamos que el covid no afectara a la carrera. La tercera etapa fue similar a la del año pasado, con la subida a Svetina, donde tuvo lugar el momento clave de la carrera, el descenso por la carretera mojada y la llegada a Celjski grad. En Svetina, Rafal y yo conseguimos acumular una ventaja de medio minuto, y afrontamos el descenso con precaución, pensando en el próximo Tour de France. Llegué a Celjski grad solo, 11 segundos por delante de Majka y 14 segundos por detrás de mí, siguió el italiano Conci del Alpecin-Deceuninck.

La etapa 4 fue impresionante. 152,4 km y 2861 metros de altitud. La etapa fue especial porque recorrí carreteras locales. Tenía muchas ganas de llegar a Črnivec, donde he realizado innumerables sesiones de entrenamiento, y fue un gran placer ver a los numerosos aficionados a lo largo de la ruta, especialmente sobre Komenda, hasta Črnivec y Velika planina. Me alegro de haber podido lucirme de la mejor manera ante el público local, en un ambiente precioso y acompañado por Majka. Un juego de piedra, papel o tijera decidió el ganador☺.La última etapa fue la tradicional con final en Novo mesto. No era una etapa tradicional para sprinters, pero con una corta y empinada subida a Trška Gora hizo una gran selección en la que solo los ciclistas más preparados quedaban en juego para la victoria. Siempre había soñado con ganar algún día un sprint en la empedrada Plaza Mayor de Novo mesto. La victoria fue aún más dulce porque vencí a Matej Mohorič, uno de los mejores ciclistas de clásicas del mundo en este momento, en la fase final del sprint.

Gracias Komenda, gracias Eslovenia.

Hay algo tan bonito en recorrer nuestras carreteras locales, sentir nuestro verde paisaje y escuchar las palabras eslovenas. A veces parecía un sueño. Creo que este año había incluso más gente al lado de la ruta que el año pasado, fue agradable ver las banderas eslovenas ondeando y escuchar nuestros nombres. Tuve una experiencia especialmente emotiva al pasar por mi ciudad natal, Komenda, mi Klanec, y la rotonda amarilla. ¡Qué sensación tan maravillosa! Sólo pude levantar la mano para saludar a todos mis conciudadanos como señal de gratitud y apoyo. Fuimos tan rápidos en la carrera que Komenda no fue presentada a los telespectadores de todo el mundo y la cobertura de Eurosport sólo comenzó en el descenso de Tunjice a Kamnik. La próxima carrera es el objetivo principal de la temporada, el único: el Tour de France.